El proyecto Ori incluye una serie de muebles conectados que crean diferentes estancias, dependiendo de la configuración.
El principal problema al que se enfrentan miles de compradores de casas es el precio del metro cuadrado, que a menudo obliga a familias enteras a apretujarse en casas muy pequeñas. Sin embargo, se puede vivir sin estrecheces en viviendas de reducidas dimensiones y todo ello gracias a un concepto muy lógico que aplicamos cotidianamente en nuestro día a día: guardar aquello que no utilicemos. Los hogares son, en la actualidad, un reparto de piezas que únicamente se utilizan cuando se necesitan; por ejemplo, al dormitorio iremos únicamente a descansar, mientras que el comedor se utilizará durante el desayuno, comida y cena. ¿Y si pudiéramos desactivar los espacios que no se utilizan?
El dormitorio se desplaza y crea una estantería. ORI
Esta alocada y genial idea nació en 2014 de la mano del prestigioso MIT (Massachusetts Institute of Technology) como un proyecto experimental bautizado como CityHome, y lo que parecía un trabajo que quedaría en la anécdota, se ha convertido en una realidad de la mano de Ori Systems. Esta firma nació en 2016 con el objetivo de comercializar su “casa robotizada” en 2017, y han logrado su propósito: el sistema puede ya adquirirse, aunque todavía no está disponible para el gran público.
Bajo el eslogan Una habitación, muchas soluciones, la casa Ori se compone de una serie de muebles conectados que, dependiendo de la configuración, presentan un dormitorio, un estudio, salón, y por descontado, cocina y baño. La idea básica es que el usuario disfrute de la configuración de casa que requiera en cada circunstancia. Así, cuando uno se acuesta, basta con pulsar el botón correspondiente -existe, además, una app para ello- y los muebles se moverán y sacarán como de la nada una gran cama. Por la mañana, toca desayunar y una nueva pulsación transforma la casa mostrando una gran mesa en el comedor.
El módulo de la cama se puede desplazar cuando no se usa. ORI
Para los que trabajen en casa también hay una alternativa: convertir la casa en una gran oficina. ¿Una fiesta? Sí, también se puede puesto que Ori además de ordenar todo el mobiliario, juega con la iluminación para lograr transformar por completo el ambiente. Para terminar de hacer más mágico el invento, sus creadores han integrado el sistema con Echo de Amazon de forma que se pueda decir de viva voz “Alexa, saca el dormitorio”, y pronto se integrará con más asistentes como Siri. Ori ha comenzado la distribución del producto a grandes empresas inicialmente, pero la idea es que llegue al usuario final más adelante como una solución llave en mano: la firma lo instala al comprador “sin que tenga que mover un solo dedo”, como indican en su web.